Lara Jean, cartas a la dependencia

A todos los chicos de los que me enamoré (2018) es una de las películas más cliché distribuida por Netflix, pero, a su vez, un filme muy querido por los adolescentes. Refleja un amor idealizado donde el chico guapo y popular se enamora de la chica tímida que lee libros y que, además, ya conocía desde la infancia. Es una historia muy dulce, pero hasta lo dulce empalaga y el azúcar no es buena en cantidades excesivas.

Lara Jean escribe cartas a los chicos que alguna vez le gustaron en la vida; su hermana envía esas cartas sin que Lara Jean se entere y desde ahí comienza el conflicto. Se consigue un novio falso para que el chico que verdaderamente le gusta, no lo sepa. Al final, los novios falsos se enamoran y comienzan una relación formal y termina la primera película.

En la secuela vemos un triángulo amoroso entre Lara Jean, su novio Peter y un chico nuevo que también recibió una carta de Lara. A ella le gusta, no es algo que se esconda, pero ella se niega a aceptar lo que siente y luchará para que su novio no se entere de lo que sintió y siente por el chico nuevo; es una búsqueda y aclaración de sus propios sentimientos.

Es aquí en donde aparece uno de los muchos mitos del amor romántico: la exclusividad. Cuando se habla de exclusividad no solo se habla de la exclusividad del cuerpo, sino de una exclusividad general, de cuerpo y mente. "Que ni se te ocurra pensar en alguien más porque ya me estás engañando", "que ni se te ocurra mirar a alguien más porque eso es infidelidad", así piensa la exclusividad.

La realidad es que el ser humano puede permitirse querer a más de una persona a la vez, con distinta o igual intensidad. Cuando uno es adolescente debería entender que todos los sentires son válidos y darse la oportunidad de explorar en ellos, no cerrarse a la dependencia de una persona. Esto no quiere decir que todos deberíamos experimentar el poliamor, no, la cosa no va por ahí, lo que se intenta decir es que es muy válido que en las relaciones de noviazgo "te guste alguien más", es común y debe hablarse, pero como la no exclusividad de pensamiento es un tema que no se toca, hay muchas infidelidades.

Es decir, Lara Jean debió aceptar sus sentimientos por el chico nuevo, sin culpas, sabiendo que es posible y siendo aún más consciente de que esos sentimientos no deberían de afectar su relación con Peter. Sin embargo, el problema de esta mitificación del amor es que nos lleva a más, quizá Lara Jean le dijo a su novio sobre el chico nuevo, pero él no lo aceptó y se llenó de celos, que más allá de ser "signos de amor", es una justificación de comportamientos egoístas, injustos, represivos y violentos.