El simbolismo dentro de las ofrendas de Día de Muertos
- Danny Cruz
- 20 oct 2020
- 3 Min. de lectura
Se acerca el Día de Muertos en México y con ello viene toda una lista interminable de objetos que las personas colocan en las ofrendas que realizan para recordar a sus familiares y amigos difuntos. Pero ¿Cuáles son los elementos que no pueden faltar en una ofrenda de Día de Muertos y qué significado tiene cada uno de ellos?
Las ofrendas que actualmente se colocan para celebrar el Día de Muertos son una mezcla cultural en la que se junta el viejo mundo con el nuevo mundo; por un lado se encuentran los elementos prehispánicos que colocaban los antiguos indígenas y, por otro lado, se encuentran los elementos que agregaron los europeos a raíz de la conquista.
Según varias fuentes consultadas, existen alrededor de 14 elementos esenciales que debe contener una ofrenda, y sus significados son los siguientes:
Agua: Es considerada una fuente de vida que purifica el alma, además de que se coloca para quitar la sed de las almas en su viaje tanto de ida como de regreso.
Sal: Representa un elemento de purificación y alegría, sirve para evitar que el alma del difunto sea corrompida y así pueda volver el próximo año.
Veladoras: Son un símbolo de luz, fé y esperanza, se ponen para alumbrar el camino y guiar a las almas. Algunas personas tienen la tradición de poner una veladora por cada difunto al que esperan.
Copal e incienso: Su aroma es una forma de reverencia a las almas, además de que se ocupa para limpiar el lugar de malas vibras y malos espíritus.
Flores de cempasúchil: Se colocan con la finalidad de guiar el camino de los difuntos ya que, según la tradición, dichas flores son capaces de guardar los rayos del sol; asimismo, representan pureza.
Petate: Su función es la de ser una cama para que los difuntos descansen de su viaje, o bien puede ser utilizado como mantel.
Pan de muerto: Es un ofrecimiento fraternal que tiene dos significados. El primer significado es de origen prehispánico y hace referencia a los sacrificios humanos; el segundo es de origen europeo y busca representar el cuerpo de Cristo.
Fotografías: Se colocan retratos de los difuntos que se espera que visiten la ofrenda. Algunas personas tienen la tradición de situar las fotografías en lugares ocultos para que solamente puedan ser vistos mediante un espejo. Esto se hace con la finalidad de dar a entender que la persona ya no se encuentra en el plano terrenal.
Calaveritas de azúcar: Son un símbolo que se pone para recordar que la muerte siempre estará presente.
Comida: Se busca deleitar a las almas dejando en las ofrendas los que fueron sus platillos favoritos mientras se encontraban con vida. Los antiguos prehispánicos tenían la costumbre de poner mole en todas sus ofrendas.
Licor: Es servido con la finalidad de que los difuntos recuerden sus más grandes y alegres acontecimientos en el plano terrenal.
Papel picado: Representa el aire, además de que sus colores y formas le dan un toque festivo y adornan las ofrendas.
Cruz de ceniza: Sirve para que las almas puedan expiarse de las culpas que tienen pendientes.
Izcuintle: Se refiere a la figura de un perro xoloitzcuintle. Cuando la ofrenda está dedicada a algún niño, se coloca para que le ayude a cruzar los ríos que se encuentran en el Mictlán.
A pesar de que todos estos elementos son considerados esenciales en la ofrenda, cada persona es libre de cambiar, quitar o agregar cosas dependiendo de sus creencias y sus gustos. Lo importante es mantener y conocer las tradiciones que se han pasado de generación en generación hasta el día de hoy; un ejemplo de ello lo encontramos con los concursos de ofrendas que con la actual pandemia se han tenido que adaptar, por lo que algunas instituciones como la UNAM están invitando a participar en ellos mediante plataformas en línea.
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