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¿Existe la inclusión forzada en el entretenimiento?

El 9 de Septiembre, los premios de la academia, o mejor conocidos cómo los premios Oscar anunciaron una nueva regla para determinar que películas entraran a la categoría de mejor película, y esta es que cada película que desee entrar en esta deseada categoría debe tener por lo menos un representante de la comunidad LGBT, extranjera o femenina dentro de su producto o dentro de la producción misma.


Muchos usuarios se mostraron indiferentes ante este anuncio, pero otros acusaron que los premios de la academia están obligando a muchos cineastas a meter contenido inclusivo de manera forzada, o cómo se llama comúnmente en redes sociales: “Inclusión forzada” dentro de sus películas.

Ahora, este suceso puso en boca de muchos una idea de que existe una tendencia de meter a la fuerza a personajes de ciertos colectivos dentro de producciones artísticas y de entretenimiento, y que esto daña al mundo del entretenimiento porque se busca meter propaganda en un producto que no la debe llevar ¿Pero qué tan válida es esta idea sobre la inclusión forzada?

Por sí sola, la inclusión forzada no tiene un concepto bien definido, muchas personas tienen una idea diferente de lo que conforma o no conforma una inclusión forzada en el entretenimiento, pero la mayoría de las personas repite un patrón conceptual: la inclusión forzada es cuando se agrega un personaje de algún colectivo (LGBT, femenino, afroamericano, etc.), y este lo único que agrega a la historia es el representar a ese colectivo en específico, o también se refieren a la inclusión forzada cómo una retro continuidad (alteración de los hechos previamente establecidos en una obra de ficción, generalmente añadiendo nueva información, modificando o re-interpretando la ya existente) que se le aplica a un personaje previamente existente.

Ahora ¿Realmente este término es válido para criticar ciertas producciones dentro del mundo del entretenimiento? todo realmente depende del contexto. Muchas personas afirman que incluir personajes de ciertos colectivos y que estos no aportan nada a la trama más que ser de ese colectivo es una forma de propaganda dentro de las películas, pero en realidad no se podría decir que esto es verdad.


Si bien entre miles de escritores habrá uno que intente meter propaganda implícita dentro de su film, la gran mayoría lo hace para darle representación a esos colectivos que existen en el mundo real. Los diferentes colectivos son parte de nuestra sociedad, y estos pueden ser incluidos dentro de las producciones audiovisuales sin ningún problema, después de todo el arte imita a la vida ¿Pero si el personaje no tiene ninguna razón de ser de ese colectivo, y además no aporta nada a la trama?


Tampoco se podría considerar esto cómo inclusión forzada, estas personas existen y no hay necesariamente una razón compleja o profunda del porqué son parte de ese colectivo, de nuevo, solo es una forma de incluir a diferentes tipos de personas que viven en nuestra sociedad. Ahora, si este personaje no aporta nada a la trama más que ser de ese colectivo, esto sería más un producto de un guion flojo, así como hay personajes malos que lo único que aportan a los productos audiovisuales es el ser un Don Juan, también habrá personajes de ciertos colectivos que solo aportan el pertenecer a ese colectivo, pero de nuevo, no tiene nada de malo incluir a un personaje de esta naturaleza, son personas que existen, pero el trabajo de un buen escritor es crear un personaje que también sea de ese colectivo.

Pero ahora llega el argumento sobre cómo los escritores al hacer adaptaciones, usan la inclusión forzada para cambiar personajes ya existentes y crear propaganda, y unos de los ejemplos más sonados de este argumento es el del próximo Live Action de La Sirenita producido por Disney, y el fallido film de Death Note producido por Netflix. Dejando de fuera la calidad de las películas, la gente se quejó demasiado por el cambio del personaje de Ariel, de una mujer de piel blanca, a una de tez color negro, y lo mismo pasó con el personaje de L en Death Note. Muchos afirmaban que no debieron hacer esto debido a que iba en contra de lo que mostraban la película y serie original, pero esto se puede contradecir con el argumento de la adaptación cinematográfica.

Muchas personas tienen la idea errónea de que una adaptación cinematográfica, televisiva o videojugabilistica tiene que ser exactamente igual al producto del que toma la historia, sin embargo una adaptación no necesariamente tiene que ser igual al producto original.

El objetivo principal que debe tener una adaptación es el de mantener el espíritu y la esencia de la obra original; películas cómo El Caballero de la Noche, Spiderman de 2002 y Oldboy son adaptaciones que cambian varios aspectos de sus obras originales, sin embargo mantienen la esencia de esas versiones mientras que son adaptadas al lenguaje y la producción cinematográfica.

Una adaptación puede ser un copia y pega de la obra original, pero también puede ser una diferente interpretación de un artista basándose en un material original, cómo es el caso de películas cómo The Shining y West Side Story.

En este caso, el cambiar la raza, el sexo o la inclinación sexual de un personaje preexistente no necesariamente es para hacer un acto de propaganda, sin embargo el escritor que busque hacer estos cambios, debe tener la obligación de mantener la esencia de la obra original, algo que películas cómo Death Note falló estrepitosamente ¿Pero y si hacen una contradicción directa de un personaje?


Esto si puede ser totalmente justificable de ser llamado inclusión forzada, pues el director, escritor y productor está contradiciendo una obra ya establecida, y en su totalidad, estos creadores de contenido lo hacen para apelar a ciertos colectivos y verse más políticamente correctos, el ejemplo más claro es el de la inmensa cantidad de contradicciones que la autora J K Rowling realiza con su obra Harry Potter.

Ahora, volviendo al tema inicial ¿La academia está forzando a los cineastas a ser inclusivos? Sí y no. Como se ha discutido anteriormente, la películas no les vendría mal tener más diversidad, después de todo, este tipo de personas existen en la sociedad y deben ser aceptadas. A su vez, muchos actores y actrices cómo Joaquin Phoenix, Brie Larson y Tom Holland han afirmado que les gustaría ver más diversidad en producciones cinematográficas y en las críticas especializadas de esas producciones.

Sin embargo, la academia está equivocada en la forma en la que intenta incluir esta diversidad. Si bien no hay nada de malo en incluir personas de diferentes grupos ya que es algo positivo, no todas las películas que quieran aspirar a un Oscar deben de incluirlas, después de todo el cine es el producto de un equipo de producción y las películas deben de ser siempre su visión y esta no tiene que verse torcida por los impedimentos que impone la academia sobre qué películas deben ser políticamente correctas y cuáles no.

Así pues, la inclusión de ciertos grupos sociales en el entretenimiento no debe ser considerada cómo algo forzado, es una forma de mostrar que estas personas existen y deberían tener un espacio en producciones artísticas y de entretenimiento, después de todo el arte es una ventana al mundo real. Pero esta tiene que ser medida, no debe ser usada para impulsar una imagen políticamente correcta, ni tampoco tiene que ser impuesta a la fuerza por una institución, después de todo el arte es única y exclusivamente la visión de un artista o de un grupo de ellos.

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