La lucha que aún debemos de gritar el 8 de Marzo
- Jennifer Flores
- 8 mar 2021
- 4 Min. de lectura

Ilustración: @arcibujos
Si bien el feminismo ha tenido varios logros desde su paso por México, es de destacarse que hoy en día, aún existen varios apartados por los que la lucha debe seguir en pie.
La lucha feminista mexicana ha sido demasiado persistente durante los ultimos años, pues las mexicanas somos conscientes de que la violencia hacia la mujer aún no ha sido totalmente erradicada. Día a día seguimos viviendo desigualdades y abusos, seguimos caminando con temor por la calle e incluso seguimos aspirando a un sueldo menor que el de un hombre: es por ello que se realiza un análisis de algunos factores en los que la vida de la mujer puede presentar una mayor desigualdad ante la sociedad, por ejemplo:
Educación
La igualdad de oportunidades en todos los niveles de educación es considerada como un cambio social para el beneficio de toda su comunidad en general, aunque en México la inequidad es casi nula, aún somos propensas a ser víctimas de discriminación basada en diferencias de género tales como el estereotipo de definir “carreras para mujeres” y “carreras para hombres” pues en esta última, muchas veces la universidad se vuelve un espacio de reproducción de violencia de género.
La maternidad a la hora de estudiar también llega a ser un obstáculo, pues cuando las alumnas están embarazadas, la carga de trabajo es aún más pesada y desgraciadamente muchas veces se ven aterrorizadas por las críticas que reciben de parte de la demás comunidad estudiantil. La inversa de esta situación se da cuando el hombre es papá a temprana edad y la mayoría de las veces continúa con sus estudios sin ser mal visto, mientras que la mujer los abandona.
Otro factor que influye en este ámbito es el acoso escolar, que suele ser por parte de compañeros o de profesores, estas situaciones muchas veces orillan a la víctima a tener bajo rendimiento escolar o hasta a abandonar la escuela por miedo e incomodidad.
Trabajo
En el ámbito laboral, las mujeres en México experimentan diversas formas de discriminación como aspirar a solo empleos informales con poca jerarquía, sufrir acoso laboral y en algunos casos la desigualdad de asumir el peso de responsabilidades familiares
Cabe destacar que a pesar de que es un delito despedir a una mujer por estar embarazada, existen algunas empresas que siguen realizando este acto, mientras que otras te obligan a presentar una prueba química de ingravidez como requisito para aspirar al puesto.
Al igual que en el sistema educativo, el acoso suele ser muy común en el mercado laboral, trayendo consigo las mismas dificultades: orillar a la víctima a renunciar al trabajo por incomodidad y miedo. A pesar de que esto es un delito para ambos ámbitos y que muchas veces es denunciado, parece ser que las autoridades en México aún defienden primero a un agresor que a una víctima.
En las familias mexicanas nace la situación de creer erróneamente que la mujer, a pesar de que trabaje de sol a sol, debe cumplir con sus responsabilidades del hogar y cuidar de su familia, mientras que el hombre después de trabajar merece un descanso sin ayudar a ninguna tarea en su hogar. Es importante erradicar de raíz este pensamiento, pues ambas partes son responsables y ambas deben cumplir con sus obligaciones.
Techo de cristal
Según la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres podemos definir a este fenómeno como un conjunto de normas no escritas al interior de las organizaciones que dificulta a las mujeres tener acceso a los puestos de alta dirección.
Es una metáfora que designa un tope para la realización de la mujer en la vida pública, generado por los estereotipos y las construcciones culturales de las sociedades a través del tiempo. Este límite detiene la ascensión piramidal de las mujeres hacia puestos de alta jerarquía e impide su realización personal en la esfera del reconocimiento público.
Participación Política
Han pasado 74 años desde el otorgamiento del voto femenino y las mujeres nos hemos vuelto el blanco perfecto para los partidos políticos, pues durante las elecciones tratan de persuadirnos para votar por ellos debido a que la población de mujeres es mayor que la de los hombres en México.
Los cargos políticos por parte de las mujeres son muy bajos. La política es un sector donde predomina el género masculino, mientras que las mujeres regularmente se insertan en puestos con menor jerarquía como las alcaldías, en los departamentos de salud o alguna condición que involucre la vulnerabilidad.
“A la mujer no le interesa la política” es una frase que todo mexicano ha escuchado, un estereotipo tremendo que tiene la sociedad que surge a raíz de que se cree que la política es una disciplina para hombres y sorpresivamente, a pesar de estar en el 2021, este estereotipo sigue vigente, pues algunos padres aún educan a sus hijos con esta forma de pensar.
Violencia de Género
Los golpes, las agresiones, el daño psicológico, los insultos son solo algunos indicadores de violencia de género, no obstante, hay un tipo específico de agresión que es considerado como el episodio final de la violencia más extrema hacia las mujeres: el feminicidio (la muerte violenta de las mujeres por razones de género)
Los casos de violencia de género en México son una representación de la desigualdad extrema de género en donde el gobierno debería de hacer una mayor corrección a este terror que día a día vivimos las mujeres en México. Tal es la gravedad de este factor que es considerada como un problema de salud pública.
Según la ONU, una de cada tres mujeres en México sufre o ha sufrido al menos una forma de violencia en su contra por el simple hecho de ser mujer.
Somos una lucha que aún tiene derechos por conquistar, difundir voces que fueron silenciadas, vencer un patriarcado y un machismo, pero sobre todo lograr un cambio que merecemos, porque no volveremos a callar las injusticias que día a día ven nuestros ojos.
Cada día despertamos más fuertes y más sororas, con más ganas de levantar la voz y protestar y exigir nuestros derechos.
¡Mujer, vence el miedo, no estás sola, estamos todas!
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