¿Los videojuegos deberían ser políticamente correctos?
- Orlando Soto
- 27 nov 2020
- 6 Min. de lectura
La corrección política es algo de lo que se ha hablado más en la última década, este ha sido un tema en la boca de muchas ramas del conocimiento, como la política y el lenguaje. Dentro de estas esferas; la corrección política ha tenido diferentes definiciones y diferentes objetivos, en tiempos modernos, se ve como una serie de medidas destinadas a evitar ofender o poner en desventaja a personas de grupos particulares de la sociedad, en su mayoría a los grupos que se les considera ”minorías” (grupos LGBT o de personas de tez negra).
La corrección política cómo concepto no es algo nuevo, se remonta hasta principios del siglo pasado dentro de los contextos políticos y sociales de Europa y Estados Unidos, y su inclusión dentro del mundo del entretenimiento y del arte tampoco ha sido algo nuevo, desde los años 70 y 80 se hablaba de corrección política dentro del mundo del cine, sin embargo este no era un tema muy sonado debido a la falta de cobertura mediática y difusión académica.
En los últimos años se ha sonado más el concepto de corrección política gracias a la llegada del internet, donde la difusión de información en mayor que la que se tenia el siglo pasado, y esto es lo que ha causado que muchas más personas hablen sobre este concepto y su inclusión dentro de las esferas políticas, sociales y culturales.
La corrección política es considerada hoy en día como una forma de imponer una ideología de progresismo dentro de la sociedad, ya sea dentro de la política, o de la misma cultura de las diferentes sociedades, esto último ha tenido repercusiones dentro de la forma en la que se crean contenidos audiovisuales, se han realizado muchos trabajos académicos sobre la corrección política dentro del cine y cómo la crítica busca imponer una ideología dentro de las producciones, sin embargo, este concepto también no solo puede ser aplicado a la cinematografía, sino que también al mundo de los videojuegos.
La política y los videojuegos no son algo nuevo en lo absoluto, esta ha estado envuelta en este mundo desde hace ya décadas. Una de las primeras controversias de la política y los videojuegos fue con el famoso título de peleas: Mortal Kombat de 1992, este género una serie de controversias dentro de los partidos políticos de Estados Unidos, los cuales tachaban al juego de políticamente incorrecto al mostrar violencia en un género de entretenimiento que en ese tiempo se consideraba exclusivamente para jóvenes y niños.
Otra de las mayores disputas políticas dentro de los videojuegos se dio en los años 2000, cuando muchos medios de comunicación y políticos Estadounidenses culparon al juego Grand Theft Auto de ser los responsables de la violencia dentro del país.
Ejemplos sobre cómo la política se ha entremezclado con los videojuegos sobra, no solo en el ámbito gubernamental y comunicacional, sino que también llega al ámbito religioso con la guerra de la iglesia católica en contra de Pokémon, el cual era considerado un videojuego pagano con subtextos satánicos.
Dentro de estos ejemplos se puede notar una serie de patrones que hasta hoy día continúan en la corrección política, y este es el de buscar censurar a este medio de entretenimiento porque va en contra de las ideologías de un partido político.
La corrección política de estos grupos sociales buscaba condicionar a los videojuegos para que estos no rompieran con el estatus quo, se les culpaba de causar violencia y de dañar a las generaciones jóvenes.
La lógica de estas afirmaciones es cuestionable, se han hecho innumerables estudios y textos académicos los cuales contradicen las ideologías de estos partidos políticos.
En primera, no se puede culpar a los videojuegos de que causen violencia por una simple razón: no todos son iguales. Los diferentes autores de los estudios culturales y los estudios de audiencia (llámese Gilberto Giménez o David Morley) afirman que todo individuo interpreta y adopta un mensaje dependiendo de su contexto cultural y sus experiencias las cuales determinan cómo el individuo connota una idea, así pues, una persona que sea violenta no necesariamente lo es por los videojuegos, si no que es por el contexto social, psicológico o cultural en el que se encuentre, por lo tanto los videojuegos no son la causa definitiva de la violencia.
Si bien existe una forma de reforzar ideologías por medio de la narcotización, la empatía y la repetición (algunas corrientes cinematográficas han usado este concepto para transmitir ideologías propagandísticas), no se puede afirmar que es una causa directa, sería solo un factor dentro de un contexto mayor.
La razón de estos políticos de imponer una corrección política es el de seguir con su propia agenda política y de condicionar el entretenimiento a lo que ellos consideren bien.
Pero la corrección política no solo se detiene en este tipo de colectivos, hoy en día la política sigue interfiriendo con el arte y el entretenimiento, pero no solo es por parte de un grupo con valores conservadores, sino que este se extiende a colectivos con ideales liberales.
Dentro de las redes sociales cómo Twitter o Youtube, o incluso dentro de medios de comunicación digitales de izquierda se ha popularizado una tendencia de criticar a los videojuegos por la forma en la que se representan ciertos grupos sociales dentro de este medio de entretenimiento, y este se ha visto más reflejado en colectivos feministas.
Dentro de estos comentarios, se encuentran criticas al diseño sexualizado de algunos personajes de videojuegos, los cuales apelan a un modelo heteronormativo, se critica a los roles de las mujeres dentro de los videojuegos, los cuales refuerzan clichés y estereotipos retrogradas, o también se critica la violencia en contra de algunas mujeres dentro de los videojuegos catalogándolos de ofensivos para estos grupos.
Uno de los argumentos que utilizan estos colectivos es el de que los videojuegos refuerzan las ideologías y estereotipos de la mujer dentro de la sociedad, una la cual obedece a normas heteronormativas y patriarcales. Por ahora no se hablará sobre si este discurso tiene validez o no.
Estos discursos cometen los mismos errores y las mismas falacias que comete el discurso de los partidos políticos. En primera se busca condicionar al arte y entretenimiento para que este siga una agenda política del agrado de ciertos grupos. A su vez, cometen el error de pensar que todas la audiencias conocen y adquieren mensajes de la misma forma, algunas personas si absorberán estos estereotipos pero esta no es una razón para condicionar a los videojuegos, es algo inherente al arte en sí.
Decir que un videojuego no puede presentar personajes caracterizados de cierta manera, que no puedan tocar conceptos tabú y que deban ser realizados de cierta manera es una forma de censura a la libertad creativa, y esto es lo que la corrección política es.
Pero con esto existe un argumento con cierta validez. ¿Qué pasa si un producto llega a ser directamente ofensivo para cierto colectivo?
Decir que un producto es ofensivo es algo complejo, pues para muchas personas puede resultar ofensivo, para muchas otras no, depende más que nada del contexto de donde venga la ofensa.
Puede ser un producto ofensivo de hace ya un siglo, pero este no debería ser tan criticado pues es más un producto de su tiempo que algo que se haga para ofender directamente a la sociedad moderna.
También está una ofensa en la representación de alguna persona, pero esta puede dividirse en dos, la involuntaria y la voluntaria: la involuntaria es simplemente un error causado por un malentendido y una tergiversación de un discurso simbólico, y si bien este debe ser criticado, no debería ser motivo de amotinamiento. La voluntaria es otra cosa.
Muchas personas y grupos defienden la ofensa hacia una persona o grupo con el escudo de ser humor negro, o critica social, sin embargo estos siempre tienen que tener un punto, una reflexión que satirize a la misma sociedad. Algo que es ofensivo solo por el hecho de ser ofensivo no es inteligente, es patético y manipulador.
Pero dicho esto a mi punto de vista no creo que deba ser censurado este tipo de contenidos, después de todo esto también va en contra de la libertad creativa, sin embargo si se le puede criticar, y esto es lo que se debería hacer con todo el arte, criticarlo mas no censurar ni condicionar.
En general la corrección política a mi forma de verlo es algo nocivo para el arte y el entretenimiento. Es una manera en la que la política conservadora y liberal busca permear los medios de comunicación más y más. El arte no debe ser condicionado ni censurado, este debe ser construido con base a críticas constructivas, no porque un producto atente contra el status quo debe de ser cancelado. Con que el producto sea bueno, no hay problema, la política y la ideología no debería interferir en el arte a menos que el producto vaya sobre eso
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