Modas para morirte, literal
- Jennifer Flores
- 8 abr 2022
- 4 Min. de lectura
A lo largo de la historia, la moda ha ganado gran popularidad e influencia en la sociedad. Con distintas evoluciones y un gran peso sobre cualquier persona debido a los estereotipos que la industria de la moda impone a sus consumidores, la moda no solo es aquello que adorna tu cuerpo y personalidad, pues muchas veces termina representando un riesgo para la salud.
Esto, generalmente ocurre cuando desvían el objetivo de las prendas y caen en una locura vanidosa. Desde la edad de piedra hasta el futuro…
Los siguientes conceptos, pertenecientes a la moda, están clasificados como algunos de los sinónimos a muerte:
1. Crinolinas

Las crinolinas o jaulas de crinolina eran partes que se usaban, en el siglo XIX, por debajo de la falda para darles forma y estilizar la figura femenina. Estaban conformadas por aros de acero y tiras de algodón. Sin embargo, se convirtieron en un peligro para las mujeres, pues debido a su gran voluminosidad crearon distintos accidentes que llevaron a la muerte a sus modelos. Comúnmente provocaban que fueran arrolladas por carruajes, se incendiaban al más mínimo contacto con fuego e incluso fallecían al ser arrastradas por el mismo viento.
Prueba de esto es el incendio de la iglesia de la Compañia de Jesús en Santiago, Chile.
El 8 de diciembre de 1863 fue consumida por el fuego con cerca de 2.000 fieles en su interior. A las siete menos cuarto de la tarde, más de dos mil personas esperaban dentro del templo para la conmemoración de la fiesta de la Concepción Inmaculada de María Santísima y del aniversario de las Hijas de María, cuando las llamas surgidas por motivos aún desconocidos se expandieron rápidamente por los adornos y la iluminación del templo, todos de material inflamable, mientras cundía el pánico entre los fieles, en su mayoría mujeres. Mantas de crinolina que se prendían o enganchaban con facilidad en el mobiliario sagrado y largos vestidos que entorpecían el andar y generaban caídas, terminaron por hacer que la multitud se atochara y las pocas salidas de la Iglesia fueran rápidamente bloqueadas.
Una de cada 27 mujeres capitalinas murió allí: "Cuerpo sobre cuerpo, se formaba una muralla compacta y numerosa. Había mujeres que resistían el peso de diez o doce, otras tendidas encima, a lo largo, a lo atravesado, en todas direcciones. Era materialmente imposible desprender una persona de esa masa compacta y horripilante. Los más desgarradores lamentos se oían del interior de la iglesia" según reportaba El Ferrocarril en 1863.
También, Emily y Mary, las hermanastras de Oscar Wilde murieron porque en un baile a una se le incendió la falda y la otra corrió en su auxilio. A ambas las consumieron las llamas.
El New York Times publicó en 1858 que al menos 3 mujeres morían al día por causa de esta prenda.
2. Collarín

En el siglo XIX los hombres usaban collarines, que eran una prenda similar al cuello de las camisas pero con una rigidez extrema, pues el almidón hacia que la prenda fuera dura y fuerte.
Podían morir estrangulados por su propio collarín, pues este podía cortarles el flujo sanguíneo.
En un obituario de The New York Times del año 1888 titulado "Estrangulado por su collarín", se describe cómo un hombre llamado John Cruetzi fue hallado muerto en un parque.
"El forense pensó que el hombre había estado bebiendo, se sentó en un banco y se quedó dormido", sin embargo,en su reporte señaló que el hombre inclinó la cabeza sobre su pecho y luego su rígido collarín le obstaculizó la tráquea e impidió el flujo de sangre en las venas "provocandóle la muerte por asfixia y apoplejía".
3. Color verde

En la actualidad el verde significa vida, sin embargo, en la época victoriana el color verde significaba muerte, pues el pigmento del color estaba hecho con arsénico. En 1775, el químico sueco Carl Wilhelm Scheele creó un pigmento inorgánico llamado verde de Scheele, mismo que era usado en pinturas al óleo, pero era altamente tóxico por ser aglutinado con arsénico.
En la era victoriana, este pigmento cobró popularidad y, aunque se sabía de su peligrosidad, artistas, clientes y la sociedad en general lo usaban o se mantenían en contacto con obras hechas con este.
Napoleón Bonaparte tenía papel tapiz pintado con este pigmento en toda su casa, aspecto al que algunos historiadores atribuyen su muerte.
Este color predominaba en las casas victorianas, hecho que trajo como resultado muchas muertes por intoxicación.
La reacción de las personas al ver el color verde en juguetes, libros, pinturas, tapices, muebles e incluso vestidos provocaba náuseas, vómitos, cólicos, diarreas, irritación de la piel y dolores en articulaciones.
A finales del siglo XIX surgió el verde París, una mezcla similar con cobre y arsénico que reemplazó al pigmento de Scheele.
4. Sombrereros

A pesar de que Disney en “Alicia en el País de las Maravillas” nos vendió una imagen de una persona que hacía sombreros y terminó loca en un mundo donde todo era una fantasía, la verdad es que fue un tema bastante sonado tiempo atrás.
La intoxicación con mercurio constituía un riesgo laboral para los fabricantes de sombreros en los siglos XVIII y XIX.
El mercurio era utilizado en la producción de fieltros y la prolongada exposición al elemento químico llevó a lo que fue llamada "la Enfermedad del Sombrerero Loco".
Entre los síntomas se incluían temblores, timidez patológica e irritabilidad, lo cual puso en duda la versión de que el excéntrico personaje de Carroll padeciera el mal pero aun así se creía que era un guiño a esta enfermedad.
5. Corses

En 1874 se publicó en la revista The Lancet una lista de 97 enfermedades atribuidas al uso del corsé, incluyendo estados alterados de histeria y melancolía.
Se destaca que entre finales de la década de 1860 y comienzos de los 90, la misma revista publicó al menos un artículo al año sobre los peligros médicos de ajustarse demasiado los cordones. Y todo no quedó en dificultades respiratorias o daño de órganos.
En 1903, Mary Halliday, de 42 años y madre de seis hijos, murió repentinamente tras sufrir convulsiones.
El periódico The New York Times reportó que durante la autopsia de Mary: "se encontraron dos pedazos de acero de corsé en su corazón, con una longitud total de ocho pulgadas y tres cuartos".
Sin duda alguna, muchas veces vestimos prendas sin tener idea de sus antecedentes u orígenes y, a pesar de que las épocas coloniales de vestidos largos y tacones han terminado, en pleno siglo XXI todos corremos el riesgo de ser víctimas de la moda.
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