Sobre el día de las madres, la lucha de las mujeres y la explotación
- María de Jesús Vázquez
- 10 may 2021
- 3 Min. de lectura
El 10 de mayo se conmemora en México el día de la madre, día dedicado a apapachar y dar cariño y respeto a todas las mujeres que han decidido ejercer la maternidad. En este día a Ajolotes Periodistas le parece adecuado hacer mención de que existe mucha ambigüedad en torno al festejo, además de recordar que una mujer madre es doblemente explotada y oprimida.
Esta celebración surgió de la propuesta del entonces secretario de Educación, José Vasconcelos y fue apoyada por el periodista Rafael Alducín, quien era director de Excélsior en 1922; secundaron la propuesta la Cruz Roja Mexicana y el Episcopado Mexicano. En contraposición a esta versión “oficial”, también se dice que la adopción del 10 de mayo como día de la madre fue una acción para aplacar el movimiento de las mujeres que ya se estaba gestando.
Yucatán fue un punto importante para este movimiento, con la Revolución Mexicana aún latente se comenzaron a formar círculos de mujeres en donde se hablaba sobre la libre elección de la maternidad. Sin embargo, con los preparativos para festejar a las madres y la idea de la construcción del ahora Monumento a la Madre, estas exigencias quedaron sofocadas, o eso es lo que aparentaban, puesto que la lucha continuó.
Hoy en día existe la Red contra las Maternidades Secuestradas que tiene como fin repensar la maternidad a partir de respuestas individuales a "una maternidad secuestrada es…" para, de esta manera, repensar ¿quién define lo que es la maternidad y cómo se consume?, ¿qué mecanismos se ejercen desde la familia, la escuela y la sociedad para imponer las ideas rígidas de la maternidad que muchas rechazan?, ¿cómo se obliga a ser madres o cómo se niega la libertad de serlo?
Maternidades secuestradas es parte de uno de los proyectos desarrollados por Mónica Mayer para el Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA), el cual consistió en posts de Facebook y Twitter en donde las mujeres definieran qué es para ellas una maternidad secuestrada.
Resultado de estas interacciones, según las mujeres de la Red una maternidad secuestrada es "que una colega diga que para ser buena artista hay que sacrificarse y no tener hijos", "que duden de mi excelencia artística por ser madre", "que digan que las mujeres no somos buenas artistas porque la creatividad se nos va en la maternidad", "tener que elegir entre tener una familia y una carrera", etcétera.
Aunado a esto, muchas mujeres se reúnen el 11 de mayo para realizar la protesta del día después bajo la consigna “no a las maternidades secuestradas” primeramente, para celebrar que ya existen leyes que respaldan la libre elección de la maternidad o el de no ser madre; pero también se reúnen para exigir maternidades voluntarias y responsables, así como el respeto a la libre expresión y la seguridad de las infancias.

Foto: Ina Riaskov & Rotmi Enciso/Producciones y Milagros Agrupación Feminista
El 10 de mayo es un día celebrado y esperado, pero este festejo lleva consigo una estereotipación de la buena madre: la que cuida, la que ama, la que apapacha, la que arropa, la obediente, la que cocina, la que lava la ropa. Todos estos ejemplos no hablan más que de aquella madre que es doblemente explotada y que su trabajo en casa no es remunerado ni valorado.
Se habla de una doble explotación porque muchas mujeres trabajadoras han decidido ser madres y no basta con la explotación en el ámbito laboral, sino que el sistema capitalista patriarcal estipula roles que cumplir, llevando consigo una doble carga de trabajo y esfuerzo físico. Entonces, al terminar su horario de oficina (o cualquier otro lugar donde trabajen), tienen que regresar a sus casas y revisar la tarea de sus hijos, hacer de comer, lavar trastes y muchas otras actividades.
Es por esto que siempre que se busca representar a una madre se utilizan elementos como una escoba, un mandil, cosas relacionadas con la limpieza del hogar; pero no se habla de una madre abogada, una médico o una ingeniera. Otros ejemplos son los regalos a las madres que, en muchas ocasiones, tienen como fin la limpieza y el aseo, lo que refuerza los roles de género a los que están sometidas las mujeres.
El día de las madres es un festejo válido y respetado, pero es necesario seguir repensando la libertad de elegir ser madre o no, y la explotación de la mujer en el hogar, así como dejar de lado los estereotipos que giran alrededor de la maternidad para no replicar los comportamientos machistas que abundan en México y el mundo. Este día es necesario saber que la mujer madre no es invencible, que las fuerzas no le salen por el amor a la familia; la mujer se cansa y es totalmente válido.
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