HUELLITAS EN PARQUE MÉXICO
- Danny Cruz
- 7 sept 2021
- 9 Min. de lectura
Las afectaciones causadas por la pandemia a los albergues para perros y gatos rescatados que se colocan los domingos en Parque México

Es domingo, varios gatitos duermen en sus jaulas, algunos cachorros le mueven la cola a todos los que pasan a su lado y otros perros permanecen acostados en el piso mientras siguen con la mirada a las personas.
Todos ellos se encuentran en Parque México por una razón: están a la espera de ser adoptados.
La labor de los rescatistas de animales nunca ha sido sencilla. Sin embargo, la pandemia por el COVID-19 ha traído consigo múltiples situaciones que han vuelto todavía más complicada la tarea de rescatar a los perros y gatos que se encuentran en situación de calle. Los albergues y los rescatistas independientes que cada domingo se colocan en Parque México para pedir donativos y encontrar una familia que adopte a sus rescatados no están exentos de esta nueva realidad.
Se cerró el parque
Como muchos otros lugares públicos, el Parque México fue cerrado debido a las medidas sanitarias tomadas por el COVID-19. Según una publicación titulada CDMX endurece restricciones por Covid-19; ordena cierre de centros comerciales, del día 31 de marzo de 2020 que apareció en el sitio digital de Aristegui Noticias, tras “ocho muertes y 205 contagios por el nuevo coronavirus, el Gobierno capitalino ordenó […] el cierre de algunos parques”.
Algunas personas como Mariela, voluntaria de Mundo Patitas, refieren que el cierre del parque duró aproximadamente un año y apenas hace unos dos o tres meses les
permitieron regresar a sus labores. Sin embargo, hubo varios rescatistas que se siguieron colocando con sus perros a pesar de las restricciones; entre ellos se encontraba Ofelia, rescatista independiente, que mencionó “nosotras nos poníamos a fuerza y cada ocho días venían a decirnos que no nos podíamos poner, hasta que un día mandaron a una patrulla y dijeron que si nos volvíamos a poner nos iban a quitar a los perros para mandarlos al antirrábico, entonces ya no nos pusimos”.
Ahora que se reabrió el parque y la gente comenzó a ir de nuevo, la alcaldía Cuauhtémoc tomó algunas medidas en cuanto a los perros y gatos que están a la espera de ser adoptados, pues “la alcaldía aquí nos tiene prohibido traer cachorros, pedir donativos, debemos traer a nuestros animales esterilizados, vacunados y desparasitados, si no, vienen y nos los quitan”, expresó Iliana Ceballos, protectora independiente, que se encontraba cuidando a un gatito negro y otro café.
Cabe recalcar que las cosas cambiaron mucho en comparación de la era prepandémica. Es notable que ha ocurrido una transición, anteriormente se llenaba toda la zona alrededor del área para perros en la que se colocaban múltiples albergues, pero actualmente esta cantidad se

ha visto reducida y creció el número de
rescatistas independientes, caracterizados por no recibir ningún tipo de apoyo y no pertenecer a ninguna ONG. Tal es el caso de BioCan, un albergue que no se ha vuelto a colocar desde que reabrieron el parque.
Vagando por las calles
No existen números exactos sobre la cantidad de perros y gatos que se encuentran en situación de calle en México. No obstante, existen algunas estimaciones sobre esta cifra; el día 4 de abril de 2020, el periódico Milenio publicó la nota En México hay hasta 25 millones de perros y gatos callejeros, en la que, además de la cifra dada en el título, se estima que tan sólo en la CDMX existen alrededor de 1 millón 200 mil perros en situación de calle.
En la misma nota se menciona que, según datos del INEGI, 57 de cada 100 mexicanos tienen mascota, pero “sólo el 30 % de los animales de compañía en México cuentan con un hogar, ya que el 70% de la población total […] vive en situación de calle”. Y, por si fuera poco, México ocupa el primer lugar en perros en situación de calle a nivel Latinoamérica y el tercer lugar en maltrato animal.
Tanto algunos periódicos (Milenio, Sin embargo) como los propios rescatistas aseguran que el abandono animal y, por lo tanto, el número de animales en la calle ha aumentado a raíz de la pandemia. Esto por dos principales razones: la primera de ellas es que, como dijo Dinah Laureano, directora del Centro de Adopción Pet Mex, “al principio había el rumor de que los perros también contagiaban el COVID, entonces eso ayudó a que hubiera abandono”.
En lo que va de la pandemia, Dinah ha rescatado a muchos perros, pero, para ella, resalta la historia de Vetenia, una cachorrita que se encontraba en situación de calle y que aparentemente le dieron una patada en su estómago, pues lo tenía explotado, por lo que tuvieron que operarla para reconstruírselo; actualmente ya se encuentra adoptada. Hablando de esta misma situación, la rescatista dijo “yo creo que hay una adopción y 15 abandonos”.

La segunda razón es la situación económica en la que se encuentran actualmente muchas familias.
Los ingresos de muchas personas se han visto
reducidos y, como expresó Mariela, “hay muchos perritos abandonados, y probablemente es porque la gente ya no tiene cómo cuidarlos”. Este fue el caso de Kira, una perrita que fue rescatada por Ofelia cuando estaba a punto de ser tirada a la basura junto
con sus cachorros; afortunadamente todos sus bebés ya fueron adoptados, sólo falta que Kira encuentre una familia que la quiera adoptar.
Un nuevo miembro en la familia

Al preguntarle a las rescatistas sobre las
afectaciones que les ha traído el COVID-19, lo primero que mencionaron algunas fue la reducción de las adopciones. Por un lado, muchos perritos no fueron ni han sido adoptados por el cierre del parque; esto fue lo que le ocurrió a Reyna García, rescatista independiente, que antes de la pandemia tenía nueve perros, pero actualmente tiene 27 y la mayoría de ellos ya son adultos, el problema con esto es que “ya no se adoptan porque ya están grandes”, aseguró Reyna.
Por otro lado, las adopciones se redujeron por la situación económica que, como ya se mencionó, no sólo provocó el aumento del abandono, sino que repercutió en el número de adopciones. Esta situación fue especialmente referida por Ofelia y por Mariela, quien expresó que “casi no hay adopciones, mucha gente perdió su trabajo o se quedaron sin ingresos para su familia y muchísimo menos para integrar a alguien más”.
Una de las pocas adopciones que ha logrado Ofelia es la de Iker, un perrito al que encontró mientras iba manejando; dijo que tenía el ojo salido y olía a orines de humano. Cuando lo llevó al veterinario, le dijeron que efectivamente una persona lo había orinado y que, además, le habían echado pegamento en su ojo, el cual lamentablemente no pudo recuperar. Antes de darlo en adopción “lo tuve que mandar a entrenar porque era agresivo, yo creo que le fue muy mal en la calle”, dijo su rescatista.
Para Dinah la situación fue un poco distinta, en sus palabras, “al principio hubo adopciones porque era el boom, todo el mundo estaba en casa y querían tener un perrito de compañía”. Sin embargo, también mencionó que actualmente sí hay adopciones, pero han estado bajando, probablemente por la situación económica, pues la gente ya no tiene dinero para sostener a una mascota.

La misma percepción tuvo Iliana Ceballos, que considera que la gente decidió adoptar para
entretenerse durante el confinamiento. Ella tenía 20 gatitos cuando le entregaron una caja con otros seis, “estaban los gatos bañados en orines, en sudor y así, [...] histéricos los pobres gatitos, como de 2 meses”, mencionó. Logró dar en adopción a 12, ahora le quedan 14 gatos. No obstante, Iliana teme lo que puede ocurrir a futuro con todos los animales que han sido adoptados durante la pandemia, ya que muchos están siendo abandonados.
Especial mención merece aquí la historia de Kida, una cachorrita que fue rescatada por Edna Pérez y su familia cuando iban rumbo a Tula, Hidalgo. “La rescatamos de la carretera, estaba al lado del cuerpo de la mamá porque la envenenaron”, expresó la rescatista independiente, quien nunca antes se había colocado en Parque México, pero dice que ha sido un poco difícil encontrar un adoptante para Kida, pues considera que la mayoría de las personas buscan perros pequeños y que no sean viejitos.
Sobreviviendo con muy poco
Al igual que las problemáticas anteriores, la reducción de las donaciones a albergues y rescatistas ha sido documentada por algunos periódicos como Milenio, que el 28 de mayo de 2021 publicó la nota Animales en abandono, otra consecuencia de la pandemia, en la que se menciona que “La situación económica tras la pandemia ha afectado severamente, lo cual es visible pues las donaciones han disminuido considerablemente”. Esto ha repercutido de diversas formas, sobre todo porque muchos rescatistas han tenido que suspender sus rescates ante dicha problemática.

Asimismo, esta situación se puede ver reflejada en diversas publicaciones en Facebook del Albergue Pergatuzoo, que el día 16 de junio del presente año publicó: “Serán días muy duros y difíciles. No hemos
tenido ayuda. No ha llegado un solo día de platito lleno.
Son tiempos duros y difíciles”. Este tipo de posts se han vuelto muy recurrentes tanto en su página como en las de otros albergues a raíz de la pandemia.
Claramente esta cuestión también ha repercutido para los rescatistas de Parque México. Ofelia asegura que las personas ya no donan como antes, y Mariel mencionó que las donaciones “han bajado, ya es más difícil que te donen $50, $100 porque ya está más acotado todo”. Como parte de estas afectaciones, Reyna, que se encontraba con un cachorrito negro en sus manos, dijo que desde hace ya varios meses tuvo que optar por pedir restos de comida a los restaurantes, además de que hierve verduras con tortillas para alimentar a sus rescatados; “no se lo querían comer, pero con el hambre pues se lo comían”, expresó.
El único caso contrario es el de la rescatista Dinah, que asegura que las donaciones “se han mantenido por la gente que tiene un poder económico más alto”. Ella considera que los donativos dependen mucho de las zonas en las que viven las personas y su poder adquisitivo, pues en zonas donde la pobreza es alta “mis amigas no reciben ni siquiera cinco gramos de croquetas en donación”.
Rescates pandémicos
En comparación con la cantidad de perros y gatos que hay en México en situación de calle, muy pocos han tenido la fortuna de ser rescatados y de encontrar una familia. Vale la pena rescatar algunas otras historias que compartieron las rescatistas, y que están relacionadas con las problemáticas ya expuestas, sobre perros que han rescatado durante la pandemia por el COVID-19.

La primera de ellas, y probablemente la más triste, es la historia de Vainillita, una cachorrita de aproximadamente cuatro meses, que fue rescatada por Ofelia cuando asistió a dejarle un bulto de comida a otra rescatista, al momento de irse se la encontró y le llamó la atención que estaba llena de sarna, además de que Vainillita (fotografía aportada por Ofelia) las almohadillas de sus patitas parecían de elefante. Decidió llevársela y curarla de la sarna, pero un día dejó de comer, así que la llevaron al veterinario y allí le dijeron a su rescatista que se encontraba en fase terminal de moquillo, por lo que lamentablemente la tuvieron que dormir. “Sí la curamos de la sarna, pero ya estaba muy mal, ya no podía respirar”, declaró Ofelia.
La segunda historia es la de Logan, un labrador negro que fue rescatado después de que su dueño murió por COVID y quedó a cargo de los nietos del señor, quienes lo subieron a la azotea y lo dejaron a la intemperie, sin comida ni agua. Reyna, su rescatista, les pidió a sus nuevos dueños que lo bajaran y se lo llevó a su casa. Actualmente ya se encuentra totalmente sano y está en adopción.
Finalmente, la tercera y última historia, también contada por Reyna, es la de una perrita que se encontró dando a luz en la calle; en total tuvo nueve cachorritos, pero solamente sobrevivió uno. Cuando la encontró su rescatista, la perrita tenía destrozadas sus patas traseras, aparentemente esto fue causado por otro perro, puesto que estaba llena de mordidas. Actualmente esta perrita sigue viviendo con Reyna, sin embargo, tiene una enfermedad que le provoca tos y no se le ha podido quitar a pesar de las inyecciones que le ha puesto el veterinario.
Perros y pandemia
Indudablemente las afectaciones por la pandemia seguirán repercutiendo sobre la labor de la mayoría de los rescatistas de animales, es por ello que resulta importante y necesario visibilizar la situación por la que han estado y seguirán pasando.
Además, esto se volverá cada vez más grave si las personas siguen abandonando a sus mascotas; como expresó Edna “todo esto acabaría si dejaran de abandonar y esterilizaran”.
Mientras algunos casos son sumamente mediáticos, como el de la muerte de Athos y Tango, dos perritos que trabajaban para la Cruz Roja y que lamentablemente fueron envenenados, otros miles de perros viven la

indiferencia y la crueldad humana todos los días. Es gracias a los rescatistas y a los albergues que muchos de esos perros han podido encontrar una segunda oportunidad; su labor se ha vuelto sumamente importante, por lo que cada pequeño grano de ayuda
hacia ellos es bienvenido.
En palabras de Iliana Ceballos: “aquí no venimos a vender, aquí venimos a dar en adopción, si nos quiere ayudar la gente con un donativo ¡Órale! Más que
perfecto”.
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