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“Quien tenga un sueño, que vaya tras él”: Belén Potassa

Belén Potassa, jugadora del equipo español Fundación Albacete y una de las mayores referentes de la Selección Femenil Argentina, habló sobre su trayectoria deportiva y los retos que enfrentan las mujeres que sueñan con ser futbolistas profesionales.


Créditos: Clarín

Con una sudadera que la protegía de la fresca noche y el cabello recogido en forma de moño, Belén decidió encender su ordenador y dar la última entrevista del día. Se sentó frente a él y aguardó unos minutos en la sala de espera de Zoom; después procedió a conectar su audio y cámara. Una amigable sonrisa invadió su cara y arrugó poco a poco las comisuras de sus labios; estaba lista para hablar sobre su trabajo y mayor pasión: el futbol.

María Belén Potassa comenzó su carrera como futbolista desde los cinco años en Cañada Rosquín, un pueblo de Santa Fe, Argentina, donde nació. Durante toda su infancia compartió canchas con varones: “Hice todas las inferiores como la hace cualquier nene, con esa suerte; cuando llegué a equipos para jugar en primera, ya estaba formada”, explicó. Potassa también rescató las ventajas de haberse desarrollado en equipos mixtos: “El varón tiene otra intensidad, otra visión de juego. Haber entrenado con ellos facilitó para que yo me desempeñara mejor como jugadora”.

Sin embargo, a los 12 años sus compañeros cambiaron de liga y ella no pudo jugar más a su lado. “Ellos pasaron a canchas puntables, en donde se juega de 11, por puntos y con un reglamento. Ahí la liga no me dejó jugar por ser nena”, dijo la futbolista. Después de eso, Belén tuvo que pedirle otra oportunidad a su madre para poder seguir sus sueños, a lo que ella accedió. “Ella (su madre) llamó a Rosario Central, en una ciudad a 150 km de nosotros, donde había futbol femenino. Ahí jugué con chicas en la Liga Rosarina”, explicó la jugadora. De esa forma, en el 2004 y con tan sólo 15 años, Belén comenzó su carrera como futbolista profesional.

Su paso por la Liga Rosarina

Potassa también jugó con San Lorenzo de Almagro en 2007 y, posteriormente, estuvo con la escuadra chilena Santiago Morning hasta 2010. En ese último año regresó a Argentina para fichar con uno de los equipos más grandes, Boca Juniors, donde fue seis veces campeona. Cuatro años después vistió la camiseta del UAI Urquiza y levantó la copa en tres ocasiones más.



Créditos: Clarín

No obstante, la futbolista expresó que la liga argentina aún no es profesional porque hay clubes que no pueden darle contrato a todas las jugadoras, no tienen lugares exclusivos de entrenamiento o gimnasios propios. También explicó que existe una amplia brecha entre los equipos: “Boca tiene infraestructura, tiene muchos campos donde puedes entrenar, tienen un gimnasio a disposición para todos los jugadores y jugadoras; en UAI a veces no podíamos entrenar porque el equipo masculino de la primera usaba la cancha, aunque después tuvo un avance muy bueno”, dijo Belén.

Asimismo, detalló que el problema de que algunos equipos tengan más apoyo que otros es que no existe competencia interna. “Si un equipo pierde 16 - 0, anímicamente matas a las otras chicas, ¿y con qué fuerza van a entrenar el lunes si no tienen una cancha, si no tienen ropa, si pierden todos los fines de semana?”, planteó. De igual forma, contó que ese mismo motivo impide que los equipos femeniles argentinos lleguen a etapas finales en las competencias de talla mundial, como la Copa Libertadores, por ejemplo.

La Selección Argentina y el Mundial de 2019

En el plano internacional, Belén Potassa vistió la camiseta albiceleste con su Selección desde el 2005; ahí disputó campeonatos como la Copa Mundial Femenina de Futbol Sub-20 de 2006, los Juegos Panamericanos de 2007, los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y la Copa Mundial Femenina de la FIFA de 2019, entre otros. En éste último, Argentina consiguió los primeros dos puntos de una selección en un Mundial FIFA tras empatar con Japón 0 - 0 y 3 - 3 en una heróica remontada contra Escocia.

“Tuve la suerte de estar en el Mundial anterior (2007) y vimos muchos cambios; desde la organización hasta darle la importancia a la jugadora como se merece. FIFA demostró interés y ganas de que siga creciendo (el equipo). Y, en tema personal, siempre es un orgullo vestir la celeste y blanca, y más en un Mundial, que significa tanto para una jugadora de futbol”, manifestó.


Créditos: Clarín

A pesar de ello, junto a Estefanía Banini, Florencia Bonsegundo y Ruth Bravo, Belén no volvió a ser convocada para los Juegos Panamericanos de Lima en ese mismo año debido a que las jugadoras pidieron un cambio interno en la Selección. “Pedimos que se tome de otra manera, que ya no sea más el Argentina que va solamente a competir y a participar, sino que clasifique; pero para eso se necesita de un cuerpo técnico actualizado, que sepa cómo entrenan en otros lugares, el seguimiento de las jugadoras, cuántos minutos tienen; muchas cosas que en Argentina, lamentablemente, no se están dando”, expresó la futbolista.

Aunque no todo dentro del Mundial fue desalentador: “De parte de la AFA (Asociación del Futbol Argentino) hemos visto un progreso. Cuando hablamos con Claudio Tapia, el presidente, le presentamos los déficit que había y se propuso a darnos soluciones, y la verdad es que sí se demostró: tuvimos un apoyo constante en tema de marketing, de estar con nosotras, buscar patrocinadores, proporcionar una cancha, etcétera. Eso ayudó a que salieran bien las cosas en el repechaje y clasificáramos al Mundial”, contó Belén. “Que no estemos en la Selección no parte de AFA, fue decisión del técnico, lo cual respetamos, pero sabemos que no es por temas futbolísticos”, agregó seriamente.

La futbolista destacó que los problemas internos no son exclusivos de la Selección, sino de toda la Liga: “Hasta el año anterior que yo jugué, era muy amateur; sólo cobrábamos un viático y teníamos que trabajar para poder vivir”. También agregó: “Es una incertidumbre lo que pasa en Argentina; habían dicho que hasta diciembre se les iban a pagar los contratos (a las jugadoras) y después no se sabe nada”.

De local a internacional

Por ese y otros motivos, Belén decidió salir de Argentina para jugar en canchas europeas y portar los colores del equipo español Fundación Albacete. “Hacía rato que yo quería venir a España. Tenía propuestas, pero siempre las rechazaba porque tenía competencia con la Selección; tenía el temor de irme y que no me llamaran más”, dijo. A pesar de los retos, Potassa ha sabido dar lo mejor de sí misma dentro de su escuadra: “Con la pandemia se cortó el torneo y no pudimos ascender, pero este año también estoy enfocada en dar lo mejor y ser goleadora otra vez; siempre tratando de ayudar al equipo”, expresó.

Al cambiar de liga y de país, Belén no sólo se enfrentó al pasto sintético, también a la distancia entre ella y sus seres queridos. “Creo que lo primero es dejar a la familia, estar tan lejos de tus costumbres, de tus amigos, de todo. Hoy en día comparto tiempo con dos argentinas también, pero no es lo mismo”, explicó. Igualmente señaló que muchas jugadoras emigran de su país en busca de oportunidades de crecimiento en el ámbito futbolístico. “Nos tenemos que aguantar estar lejos de la familia para no dejar la carrera futbolística a los 20-25 años y ponernos a trabajar”, agregó.

Belén explicó que, a pesar de los inconvenientes, uno de sus mayores anhelos es volver a portar la camiseta blanca y celeste de su nación: “Nosotras sabemos el sacrificio que hacemos, pero una siempre quiere cumplir sus sueños, sus objetivos. En mi país tenía que trabajar y jugar, y se hace muy duro. Una siempre resigna cosas por el hecho de seguir haciendo lo que le gusta y ojalá que el día que me toque volver, la liga esté mejor preparada y pueda retirarme con una camiseta de Argentina”.

Futbol femenil, sin apoyo en Latinoamérica

Pero dicha dificultad no se da únicamente en su país de nacimiento, sino también en el resto de América Latina. “A nosotras nos tocó competir con Panamá en el repechaje, y los campos en los que juegan son parecidos a los de México: no hay infraestructura y no les pagan; se hace muy difícil que una crezca así”, manifestó la futbolista. Aunque Belén describió a su país de origen como “muy futbolero”, también calificó a la sociedad argentina como “machista” y explicó que ese es uno de los factores que impiden que el futbol femenil avance.

De igual forma, señaló que es necesario romper con los estereotipos, aunque, según Belén, “lleva su tiempo”. “Tenemos que terminar con esto de que el deporte es femenino o masculino; es un deporte y lo puede practicar cualquiera. Si como sociedad nos aceptamos tal cual somos, creo que se va a vivir mejor, el mundo va a ser mejor”, detalló. “También se avalan en decir: “Si no tienes logros, no te podemos dar”, y me parece que es todo al revés: una tiene que dar para que las jugadoras rindan al 100 por 100”, explicó.

Debido a esto, Belén decidió publicar en su cuenta personal de Twitter que estaba dispuesta a ayudar a cualquier persona interesada en hablar sobre futbol femenil alrededor del mundo. “Me parece que nosotras las jugadoras tenemos que ser un poco humildes y ayudar a la gente”, dijo. “Entonces, me propuse eso: ayudar a que esto siga creciendo. Se dicen muchas cosas y está bueno que contemos el lado positivo”, expresó.

La delantera también confesó que le gustaría generar cambios dentro de su propia selección. “Yo crearía un proyecto que sea avalado, sellado y que se trabaje al 100% en eso. Tenemos que mejorar el tema de entrenamientos, de seguimiento de las jugadoras. En una Selección tendríamos que ver el modelo de Estados Unidos o Brasil, que son potencias, y que a la hora de competir te demuestran lo que son; sin desmerecer a las demás selecciones, que también hacen un gran esfuerzo”, comentó.



Créditos: Clarín

Metas y sueños: planes a futuro

Entre sus sueños a futuro no sólo se encuentra cambiar de liga y migrar hacia otras naciones, sino también ser Directora Técnica. “Es uno de los objetivos a futuro, uno sueña con eso. Muchas exjugadoras deberían apostar a interesarse en estos temas, como técnica o dirigenta, y meternos en clubes o en selecciones para que contemos la realidad, porque nosotras sabemos lo que siente, el sacrificio que se tiene que hacer, cómo se entrena, lo que cuesta llegar ahí”, expresó Belén.

También habló sobre el compromiso que tienen las futbolistas mayores con las próximas generaciones: “Creo que nosotras, las más grandes, somos las responsables y las que estamos obligadas a abrir camino y a seguir luchando. No le podemos pedir a las más chicas que se pongan en la lucha de esto; ellas deben disfrutar”. Asimismo, agregó: “Seguramente ya no voy a ver el profesionalismo tan cerca o no voy a tener la suerte de jugar en estadios con gente, pero ellas lo van a hacer y deben ser conscientes de que es una lucha constante”.

Finalmente, Potassa se describió a sí misma como “una convencida de que los sueños se cumplen” cuando habló sobre las niñas que juegan futbol y que aspiran a ser profesionales. “Yo les diría que se atrevan a jugar, que sueñen en grande; que disfruten el momento en el que están y que no sientan presión. Va a haber barreras, sí, va a haber piedras; todo lo que se les cruce. Mucha gente les va a decir que no, muchos les van a decir que no pueden, pero eso es todo mentira. Entonces, les diría que lo hagan con convicción, con sacrificio, con amor propio y que todo llega en la vida”, concluyó con una sonrisa en el rostro.

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